Unidad de Hombro

Son numerosas las causas que están relacionadas con los cuadros de dolor de hombro, además que en muchas ocasiones muchas de las disfunciones son de origen multifactorial, es decir, pueden existir números factores de riesgo relacionados con el cuadro de dolor del paciente.

Entre los factores que nos podemos encontrar en estas disfunciones estás las alteraciones traumáticas. Entre las más comunes se encuentran las alteraciones articulares que cursan con inestabilidad, como puede ser una luxación glenohumeral, luxaciones de la articulación acromioclavicular y las fracturas. Por otro lado, ya sea por un traumatismo directo o por gestos repetitivos tenemos las lesiones del tejido muscular y tendinoso que rodea a la articulación glenohumeral como son las tendinopatías del manguito rotador (supraespinoso, subescapular…) o de la cabeza larga del bíceps. Estas últimas se convierten en las lesiones más habituales del hombro.

Por otro lado, tenemos dolor de hombro que se acompaña de patología degenerativa articular o artrosis.  En este caso es importante poner de manifiesto que estas disfunciones no siempre van a ir acompañadas de dolor, lo que pone en evidencia la importancia de un buen diagnóstico y analizar los factores de riesgo individualizando en cada paciente.

Con una prevalencia más baja que otras lesiones, pero muy significativa es el hombro congelado o capsulitis adhesiva. Patología de origen multifactorial relacionada con alteraciones del sistema inmunológico, alteraciones hormonales, neurológicas o vasculares. Entre las patologías asociadas más habituales tenemos la diabetes como la principal y alteraciones de la tiroides. Entre los síntomas principales nos vamos a encontrar rigidez y perdida de movilidad, en ocasiones de manera espontánea y sin justificación, y dolor sobre todo al movimiento. En ocasiones también puede estar derivada de un traumatismo, tras una intervención quirúrgica o tras un cuadro de dolor significativo.

Para terminar, existen numerosos pacientes con dolor de hombro que no presentan ninguna patología asociada, ni pruebas de imagen que puedan estar relacionadas con este cuadro de dolor. Aquí las alteraciones de movimiento se convierten en un factor de riesgo que puede estar relacionado con estos cuadros. Por otro lado, nos encontramos que muchos de estos pacientes tienen síntomas de larga duración o dolor crónico que suele ir acompañada de otros factores como alteraciones del sueño y cuadros de estrés, ansiedad o depresión. Gran parte de estos cuadros de dolor también suelen tener un factor común que es el sedentarismo o falta de actividad física y el levantamiento de objetos pesados por encima de lo que somos capaces, que juntos o por separado tienen mucho que ver con el primer evento doloroso del paciente.

Desde la unidad de hombro de INDOL ponemos disposición del paciente los más innovadores instrumentos de evaluación y tratamiento apostando siempre por el trato individualizado y la medicina basada en evidencia. Para esto la electromiografía de superficie y la ecografía nos son de gran ayuda para objetivar los resultados de la evaluación

En el abordaje del hombro y la cintura escapular la evaluación es determinante para poder determinar los posibles factores de riesgo que están implicados en el desarrollo y perpetuación de los síntomas del paciente. Esta forma de trabajar nos lleva a diseñar programas individualizados para abordar todos los posibles factores implicados en el cuadro clínico.

Para el tratamiento de estas disfunciones y el control y alivio del dolor nos valemos de diferentes herramientas como son el control de la medicación e intervenciones anestésicas como son el bloqueo del nervio supraescapular que tiene mucha evidencia para el control del dolor crónico de hombro al igual que la neuromodulación ecoguiada en el tratamiento del dolor neuropático. Por otro lado, cuando existen calcificaciones en los tendones del manguito rotador el barbotaje con suero o aspiración de calcificaciones con suero se posiciona como una intervención de gran utilidad cuando el dolor del paciente se relaciona con estas.

Estos tratamiento solemos combinarlo con fisioterapia, (técnicas dirigidas a la articulación, musculo o sistema nervioso), y ejercicio, (ejercicio aeróbico, movilidad, fuerza y control de movimiento), que han demostrado ser capaz de modular el dolor y maximizar los efectos cuando se trabaja de manera combinada. El tratamiento del tejido muscular, de la articulación o la movilización del tejido nervioso.

Por otro lado, para la mejora de la movilidad en aquellos pacientes que de manera inespecífica la han perdido o para aquellos que la han visto reducida tras un evento traumático, una inmovilización, tras fractura o cirugía el tratamiento con fisioterapia para el aumento de la movilidad articular nos va a ayudar a ganar movilidad y recuperar la función. También va a ser determinante abordajes como la hidrodilatación y en ocasiones la necesidad de artroscopia por las características de la lesión y las necesidades del paciente.

Tenemos pacientes que tienen alteraciones de la movilidad, pero no en defecto sino en exceso, que pueden estar relacionados con cuadros de inestabilidad articular donde el ejercicio va a ser determinante y en los cuadros más graves la cirugía será una alternativa optima.

En el tratamiento del dolor de larga duración como cuadros de dolor complejo, la terapia cognitiva desde la psicología, la educación en neurociencia del dolor y la nutrición que en combinación con lo anteriormente mencionado nos dan un abanico terapéutico muy amplio para poder individualizar y diseñar un plan de tratamiento acorde a la patología del paciente.