¿Teletrabajo sí o no? ¿Es más eficiente el trabajo desde casa? ¿Existe el balance perfecto entre el trabajo desde casa y el de oficina?
No podemos ya negar que el teletrabajo ha pasado de ser una medida excepcional a convertirse en un modelo de trabajo cada vez más común en muchas empresas e integrado totalmente.
Seguro que, si abriéramos un debate, tendríamos cantidad de opiniones dispares tanto a favor como en contra, así como los que optan por el término medio. Lo que sí podemos afirmar con total rotundidad desde INDOL es que, independientemente de los pros o los contras que implica en nuestro trabajo diario, el teletrabajo tiene algunos efectos o consecuencias que pueden llegar a ser negativas para nuestra salud, especialmente la musculoesquelética.
A continuación, os explicamos el efecto que el teletrabajo puede tener en nuestra salud y cómo evitarlo con algunas rutinas sencillas.
¿Por qué el teletrabajo puede generar un impacto negativo en nuestra salud?
Cuando trabajamos desde casa, tendemos a reproducir el entorno de oficina sin contar con los recursos adecuados. Seguro que muchos hemos recibido en la oficina la visita de recursos humanos y prevención de riesgos laborales para medir si nuestro puesto de trabajo cumple con todas las medidas necesarias.
¿Ejemplos? Sillas no ergonómicas, mesas demasiado bajas o altas, pantallas mal posicionadas, iluminación insuficiente… Todo esto, sumado a jornadas prolongadas sin los descansos adecuados, nos genera un desgaste físico que se manifiesta con el tiempo y que, como suele suceder, no lo sentimos o no se hace visible hasta que el dolor hace acto de presencia.
¿Cuáles son los problemas más comunes asociados con el teletrabajo?
Aunque el teletrabajo nos ofrece comodidad y flexibilidad, como hemos dicho, también puede convertirse en el responsable de determinadas molestias físicas que, de no abordarse de la forma correcta, pueden derivar en problemas o patologías mayores.
La falta de ergonomía, los movimientos repetitivos y la inactividad prolongada son factores que afectan directamente a nuestra salud musculoesquelética.
A continuación, detallamos los problemas más frecuentes a los que hacemos frente en INDOL y cuyo origen podemos relacionar con la falta de medidas y usos adecuados durante el teletrabajo.
- Dolor lumbar (lumbalgia)
El dolor lumbar es una de las quejas más comunes entre quienes teletrabajan. Ocurre, principalmente, porque la mayoría de los espacios domésticos no están diseñados para pasar tantas horas sentados frente a un ordenador. Usar sillas sin un respaldo adecuado o trabajar desde sofás o camas puede forzar la columna a adoptar posturas poco naturales. Al no contar con una buena sujeción en la zona baja de la espalda y mantener una posición encorvada durante largos periodos, se genera tensión en la musculatura lumbar.
- Dolor cervical y rigidez en el cuello
Otra de las dolencias más frecuentes es el dolor cervical, muchas veces acompañado de rigidez o sensación de tirantez en el cuello. Por lo general, se relaciona con una mala colocación de la pantalla, que obliga a inclinar la cabeza hacia abajo durante períodos prolongados. El uso de portátiles sin soporte o de monitores mal posicionados implica una flexión constante del cuello que sobrecarga la musculatura cervical.
- Dolor en hombros y parte superior de la espalda
El área de los hombros y la región dorsal alta también sufren las consecuencias del teletrabajo, especialmente cuando no se apoyan correctamente los brazos o se utilizan teclados y ratones en posiciones poco ergonómicas. De forma inconsciente, muchas personas elevan los hombros al trabajar o los mantienen en tensión, lo que genera una sobrecarga muscular constante.
- Dolor en muñecas y manos
El uso continuado del teclado y el ratón, especialmente si están colocados a una altura incorrecta o si no se utilizan apoyos adecuados, puede desencadenar problemas en muñecas y manos. Es común que la flexión repetitiva de la muñeca, o una extensión forzada al teclear o manejar el ratón, provoque inflamaciones tendinosas. Uno de los cuadros más habituales es la tendinitis, aunque también puede aparecer el síndrome del túnel carpiano, una afección en la que se comprime un nervio a nivel de la muñeca, generando dolor, hormigueo e incluso pérdida de fuerza.
- Fatiga visual y dolor de cabeza
Aunque no es un trastorno musculoesquelético en sí, la fatiga visual tiene una relación directa con la postura corporal y puede desencadenar dolores musculares secundarios. Trabajar muchas horas frente a la pantalla sin hacer pausas visuales, con una iluminación inadecuada o con reflejos en el monitor, obliga a realizar un esfuerzo ocular constante que puede provocar dolores de cabeza, sequedad ocular, visión borrosa y una sensación general de agotamiento al final del día.
¿Cómo prevenir los riesgos físicos asociados al teletrabajo?
En este caso, no es necesario ser unos expertos ni tomar medidas que vayan a suponer ningún tipo de dificultad. En la mayoría de los casos, es suficiente con seguir algunas pautas para prevenir y minimizar este tipo de problemas físicos que se asocian con largos periodos de trabajo en nuestros domicilios.
¡Tomad nota!
- Adecúa tu espacio de trabajo: usa una silla con respaldo ajustable, coloca la pantalla a la altura de los ojos y asegúrate de que tus antebrazos estén en ángulo recto al escribir.
- Haz pausas activas cada 45-60 minutos: levántate, estira los brazos, da unos pasos o haz algunos movimientos suaves de cuello y espalda.
- Aplica la regla 20-20-20 para cuidar la vista: cada 20 minutos, mira un objeto a 6 metros durante al menos 20 segundos.
- Hidratación y movimiento diario: bebe agua con frecuencia y dedica unos minutos al día a caminar o hacer ejercicio.