TENDINITIS Y TENDINOPATÍAS
Bajo lo que se conoce con el nombre de tendinitis se suelen englobar distintos estadíos de dolor tendinoso de origen muy distinto, por lo que, desde un punto de vista médico, es más correcto hablar de tendinopatías.
Cuando hablamos de tendinopatías hablamos de procesos degenerativos de mayor o menor evolución temporal que se desarrollan en el seno de un problema mecánico del tendón. Estos problemas mecánicos del tendón, en la gran mayoría de los casos van a estar relacionados con un sobreuso repetido o repentino del tendón en una situación biomecánica desfavorable.
Aunque por definición la tendinopatía nos habla de un daño estructural del tendón, la presencia o no de dolor tendinoso no siempre estará relacionado con el estado estructural del tendón.
Sintomatología, posibles problemas y cómo los tratamos en INDOL
Síntomas de Tendinopatías / Tendinitis
Cuando un tendón se afecta, a parte del dolor, se van a comprometer las características mecánicas de su propio tejido. Por ello se van va a producir otros síntomas asociados, como la sensación de rigidez durante el movimiento y falta de fuerza.
El dolor relacionado con patología tendinosa es predominantemente local, normalmente reconocible y reproducible “a punta de dedo”. No afecta a amplias zonas, si no que el paciente suele reproducir su dolor tocándose en un punto preciso con la punta del dedo.
La rigidez es una sensación de dificultad y de pesadez al realizar ciertos movimientos. La causa es el empeoramiento de las relaciones mecánicas entre el tendón con sus estructuras colindantes (fascia, ligamentos, músculos…). Esta sensación de rigidez suele ser más perceptible por la mañana, apareciendo con los primeros movimientos del día.
Cómo lo tratamos
Los pacientes con afectación en el tendón suelen arrastrar el dolor desde hace tiempo. Son patologías que tienden a la recurrencia porque se producen en zonas anatómicas con características funcionales desfavorables para el correcto funcionamiento mecánico de un tendón en concreto.
Este es el motivo por el cual, para un tratamiento eficaz y duradero a largo plazo, es necesario focalizarlo en 2 aspectos bien diferenciados:
- Tratamiento sintomático: consiste en el alivio rápido de la sintomatología: reduce el dolor y mejora la funcionalidad para que, desde el principio, podamos percibir una mejora en los síntomas. Para ello, contamos con determinados ejercicios, técnicas de terapia manual que normalicen el estrés mecánico del tendón y, por último, técnicas invasivas que nos ayudan a reducir drásticamente el dolor y a generar un entorno favorable para la recuperación del tejido afectado.
- Tratamiento funcional: en las tendinopatías son bien conocidos los factores de riesgo metabólicos y biomecánicos que pueden conducir a la lesión. Para obtener resultados eficaces y duraderos, hay que estudiar los factores de riesgo individuales de cada paciente.
Los factores de riesgo biomecánicos son debidos normalmente a falta de fuerza en algunos grupos musculares, falta de movimiento en determinadas articulaciones o gestos funcionales incorrectos. Estos factores se tratan mediante la realización de ejercicios individualizados a cada paciente junto con técnicas de terapia manual.
Los factores de riesgo metabólicos no son comunes, pero hay que considerarlos en caso de que la evolución no sea la esperada. Los factores metabólicos se tratan mejorando la nutrición y, en caso de ser necesario, tratamiento médico reumatológico.
