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El dolor forma parte de nuestra vida. Es una señal de alarma que utiliza el cuerpo para avisarnos de que algo no va bien. Sin embargo, no todos los dolores son iguales ni deben tratarse de la misma forma.

En INDOL trabajamos cada día con pacientes que acuden a consulta sin entender bien su dolor, su origen o su persistencia. Dar certidumbre a este dolor, es un primer paso en la ayuda que ofrecemos a nuestros pacientes y aquí hay una cuestión que muchas veces lleva a nuestros pacientes a confusión o a no saber reconocer la importancia de un tratamiento a tiempo.

Comprender la diferencia entre lo que es un dolor agudo y un dolor crónico es clave para abordar correctamente cada caso y ofrecer el tratamiento más adecuado.

Os explicamos sus diferencias a continuación.

 

Dolor agudo: la reacción más inmediata de nuestro cuerpo

El dolor agudo es una sensación que aparece de manera repentina como consecuencia de una lesión, un traumatismo, una cirugía reciente o una enfermedad puntual.

Su intensidad puede variar, pero en general, tiene una causa clara y su duración está limitada en el tiempo. Por ejemplo, el dolor que se experimenta tras una caída, una quemadura o una extracción dental es agudo. Su función es protectora, ya que nos impulsa a actuar, a cuidar la zona afectada y a no agravar el daño.

Este tipo de dolor suele mejorar con tratamientos convencionales y, una vez superada la causa, tiende a desaparecer por completo.

 

Dolor crónico: cuando el dolor no se va y afecta a nuestra calidad de vida

El dolor crónico, en cambio, es persistente. Lo que consideramos así cuando permanece durante más de tres meses y, en muchos casos, continúa incluso cuando la causa inicial ya se ha resuelto.

Este tipo de dolor puede tener un impacto realmente negativo en la vida diaria de quienes conviven con él, afectando, incluso, a su estado físico y emocional.

Debemos entender que, quienes sufren dolor crónico, a menudo conviven con sensaciones constantes o intermitentes que afectan su descanso, su movilidad, su trabajo o sus relaciones personales.

En estos casos, la clave está en ofrecer un tratamiento integral, que no se limite al uso de fármacos, sino que incluya también opciones como fisioterapia especializada, técnicas intervencionistas, apoyo psicológico y un plan de seguimiento personalizado.

 

¿Por qué es tan importante distinguir entre ambos?

El dolor crónico no es algo con lo que debamos aprender a vivir. Es una condición médica que puede y debe tratarse.

Diferenciar el dolor agudo del dolor crónico permite diseñar un tratamiento más eficaz desde el inicio. Mientras que el dolor agudo suele responder bien a analgésicos y reposo temporal, el dolor crónico requiere un enfoque más profundo y coordinado entre distintas especialidades médicas.

En INDOL, contamos con un equipo multidisciplinar que trabaja en conjunto para tratar el dolor de forma efectiva y duradera.

Sabemos que vivir con dolor no es vivir plenamente. Por eso, abordamos cada caso con la atención que merece, especialmente en aquellos pacientes que llevan meses —o incluso años— buscando respuestas sin encontrar alivio real.

 

Nueva clínica INDOL en Madrid: fisioterapia y tratamiento del dolor con un enfoque integral

En línea con nuestro compromiso de acercar soluciones reales a más personas, hemos abierto una nueva clínica INDOL en Madrid, pensada para ofrecer un tratamiento avanzado, accesible y personalizado del dolor crónico.

Nuestro centro en Madrid está equipado con tecnología de vanguardia y un equipo experto en medicina del dolor, fisioterapia avanzada y rehabilitación funcional.

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