Daniel Rodríguez Prieto

Durante mi etapa como estudiante me interesé en el mundo del dolor crónico, y ya durante mi etapa de postgrado me terminé de enamorar de todo este campo. Poco a poco, gracias a diversos profesores que he tenido durante estos años y a la cantidad de pacientes que veía de esta área, poco a poco fui profundizando en el estudio y tratamiento de las región cervical, mandibular y orofacial. Aquí ya vi tres cosas que me llamaron mucho la atención: 1) La cantidad de pacientes con dolor y problemas en estas regiones, 2) el potencial que tiene la fisioterapia para ayudar a todas estas personas, y 3) el desconocimiento general del papel del fisioterapeuta en el tratamiento de estas entidades clínicas -migraña, bruxismo, dolor mandibular, vértigo, tinnitus/acúfenos, neuralgia del trigémino, etc.-.

INDOL es el lugar idóneo para poder crecer a nivel personal y profesional. Una de las claves de este proyecto es el equipo humano que hay detrás, haciendo que entre nosotros exista una gran confianza y sintonía que va más allá del tiempo que pasamos en la clínica. Destacaría también la tranquilidad y seguridad que me aportar saber que en mi lugar de trabajo existen profesionales de la salud especializados en el campo del dolor, no solo fisioterapeutas, sino también médicos, psicólogas y nutricionistas, que son vitales para poder llevar a cabo tratamientos interdisciplinares con una comunicación diaria entre nosotros para brindar la mejor asistencia.

Lo que más me gusta de trabajar con pacientes es que cada persona es diferente, y al final aprendo de cada persona que pasa por mis manos. Además, poder compartir tiempo de calidad con cada paciente, escucharle, plantear objetivos compartidos y poder ver su evolución y mejoría de principio a fin es un combustible que me da energías cada día. 

Además, trabajar con personas con dolor me exige como profesional que dé lo máximo de mí siempre, que esté actualizado en todas las patologías y tratamientos que llevamos a cabo y brindar herramientas individualizadas y adaptadas a cada paciente.

El tiempo libre del que dispongo me gusta emplearlo en dos de mis pasiones: el deporte y la música. Realizo ejercicio físico de manera regular, tanto de manera individual como con más gente, y me encanta poner mi cuerpo al límite. Por otro lado, disfruto mucho de la música, tanto a nivel interpretativo cuando toco el violín solo o en orquesta, como a nivel oyente, asistiendo a conciertos y escuchando música en todos lados.

Por último, disfruto de la gente que me rodea, haciendo planes y teniendo tiempo de calidad con mis seres queridos, ya sea ver una película, dar un paseo, jugar con mi perra o tomándome un buen café.