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El inicio del año es también el momento en el que muchas personas deciden poner en marcha el famoso listado de “buenos propósitos” y seguro que muchos de los que estáis leyendo esto sabéis perfectamente de qué hablamos.

En este sentido, iniciarse en el deporte, o retomar la actividad deportiva después de un largo tiempo sin hacerlo, encabeza esta lista en numerosas ocasiones, pero, y aquí viene lo importante, ¿estamos seguros de saber cómo debe ser esta iniciación al deporte?

Una práctica inadecuada, comenzar un deporte para el que tal vez no estamos preparados físicamente o no saber cómo ir aumentando la carga de entrenamiento es un foco importante de muchas lesiones, problemas musculares y dolores que requieren de la intervención y tratamiento de un profesional.

A continuación, hemos preparado junto a nuestra Unidad de Ejercicio y Rehabilitación Física  una serie de consejos por si con la llegada de enero vosotros también estáis pensando comenzar vuestra nueva rutina de ejercicio.

¡Empezamos!

 

¿Sabes cómo debes empezar a hacer ejercicio?

Lo primero, y algo de lo que debemos mentalizarnos, es que, si realmente queremos y estamos decididos a hacer deporte, es algo que debemos hacer de forma regular para empezar a sentirnos bien, ver que cada vez nos encontramos más cómodos y tener esa capacidad de ir mejorando nuestra capacidad física.

Es muy importante que, independientemente del ejercicio que vayamos a hacer, de la intensidad o carga de entrenamiento que sea más adecuada, intentemos hacerlo varios días a la semana y mantener la constancia.

Además, algo que también contribuye de forma positiva y nos ayuda de alguna manera a ir creando ese hábito necesario es evitar los episodios de sedentarismo. Aunque sea en nuestro puesto de trabajo, es muy recomendable levantarnos cada cierto tiempo, dar un pequeño paseo, aunque sea de un par de minutos, para ir eliminando el concepto de sedentarismo, además de los beneficios para nuestra higiene postural y muscular que tiene no estar toda la mañana sentados.

Lo mismo si estamos en casa por un tiempo prolongado. Debemos levantarnos y movernos cada cierto tiempo.

Otro punto muy importante, y esencial para evitar lesiones o que caigamos en la desmotivación por no sentir la mejora que buscamos, es adecuar el tipo de ejercicio y su intensidad a nuestras condiciones.

Es decir, debemos ser conscientes de nuestra condición física, de nuestra edad, de nuestro peso o de nuestros antecedentes deportivos, el tipo de deporte que hubiéramos practicado cuando decidimos retomar o comenzar a hacer deporte.

Por ejemplo, una carga elevada e inadecuada de entrenamiento es consecuencia directa de más fatiga de la necesaria, de la aparición de dolencias y en muchas ocasiones de frustración cuando en realidad lo que sucede es que no estamos haciendo una incorporación progresiva al deporte. Es importante ir poco a poco y adaptarnos a cada paso que vayamos consiguiendo.

 

Consejos para iniciarse en el deporte de manera correcta y saludable

Hacer deporte siempre es una buena decisión. Ya sea salir a pasear y “trotar” de forma suave algunos días a la semana, ir al gimnasio u optar por otros deportes como la natación o el yoga, estamos contribuyendo de forma muy positiva a nuestra salud.

Así pues, y en base también a lo que hemos comentado antes, es importante tener algunas cosas en cuenta para que nuestra iniciación al deporte sea óptima.

  • Definir un objetivo: puede ser perder algo de peso, encontrarnos mejor con nosotros mismos o simplemente un pequeño reto personal, es importante saber qué queremos para conseguirlo de la mejor forma y no desmotivarnos.

 

  • Elegir el deporte correcto: debemos entender que no todos los deportes están hechos para todas las personas. O, mejor dicho, para todos los momentos o etapas de las personas. Por ejemplo, si ya tenemos cierta edad o el deporte nunca ha estado en nuestra lista de actividades, los deportes con un gran impacto físico, con mucho impacto en nuestras articulaciones puede que no sea el mejor ejercicio para comenzar. Mejor comenzar por andar rápido, bicicleta o natación, por ejemplo. Y, en caso de optar por el gimnasio, siempre con un plan preparado y adaptado por los especialistas.

 

  • Equipamiento adecuado: parece que no, pero un correcto equipamiento es esencial para prevenir lesiones. El calzado, por ejemplo, es conveniente que sea apto para el deporte que vayamos a realizar y estar preparado para dicha actividad.

 

  • Incorporación progresiva: la incorporación y la carga de trabajo o entrenamientos debe ser siempre progresiva. Es mejor comenzar varios días a la semana con poco tiempo de entrenamiento e ir incrementando el tiempo poco a poco según nuestro cuerpo se vaya adaptando.

 

  • Buena alimentación e hidratación: aunque suena a tópico, la realidad es que el ejercicio siempre debe ir acompañado de unos buenos hábitos alimentarios y una hidratación adecuada. Sobre todo, en los casos en los que queremos perder algo de peso, ejercicio y alimentación deben ir siempre de la mano. Si somos de las personas que practicamos ejercicio de forma regular y estamos acostumbrados a una rutina de entrenamientos, la alimentación es importante incluso para prevenir lesiones musculares.

 

  • Ayuda profesional: no debemos descartar dejarnos asesorar por un profesional. Si realmente buscamos iniciarnos en el deporte e ir mejorando progresivamente, los profesionales nos ayudarán a lograr nuestras metas y objetivos de la mejor manera. Y muy importante, si nuestra iniciación al deporte o necesidad de hacer deporte está relacionada con algún tipo de prescripción médica, es esencial que sea el facultativo el que nos diga qué deportes podemos hacer, con qué frecuencia y la intensidad del mismo.

 

¿Ayuda el ejercicio a prevenir el dolor?

Seguro que muchas veces tenemos la sensación de que cada vez son más las personas que hacen deporte y cuidan su alimentación en comparación con hace unos años. Lo cierto es que es así y no cabe duda de que es una buena noticia.

Si nos quedamos con el deporte, una frase que nos gusta mucho y que hemos hecho nuestra es que “el ejercicio es la mejor medicina del siglo XXI”.

Ya sabemos que hacer ejercicio es bueno para mantener un buen estado de salud, pero también debemos entender que es fundamental para prevenir muchas dolencias, patologías y enfermedades, incluso muchos tipos de dolor crónico o rebajar los factores de riesgo que podemos asociar.

Solo pensemos en nuestro estilo de vida, el ritmo trepidante que llevamos y el estrés al que muchas personas están sometidas en su día a día. En este caso, practicar ejercicio rebaja, y mucho, estos niveles de estrés o ansiedad y nos ayuda a dormir mejor con todos sus beneficios relacionados con el dolor.

Desde un punto de vista físico, el ejercicio, lógicamente, fortalece nuestra musculatura, aumenta nuestra fuerza, reduce el dolor en las articulaciones y controla nuestro peso, todo ello factores que contribuyen en el manejo del dolor o evitan su aparición.

 

Unidad de Ejercicio y Rehabilitación Física de INDOL

En INDOL contamos con todo un equipo profesional especializado tanto en la recuperación de lesiones y dolencias a través del ejercicio como en ayudar a aquellas personas que, como en el tema que hoy nos ocupa, buscan integrar el deporte en su rutina diaria de la forma adecuada.

Al margen, integramos el ejercicio como elemento clave en el abordaje y tratamiento del dolor crónico junto al resto de áreas de trabajo en INDOL, incluidas las áreas médicas y farmacológicas, nutricionales y el acompañamiento psicológico para una visión global del paciente.

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