Skip to main content

Un sueño y un descanso adecuados son, igual que la alimentación o la práctica de ejercicio, otro pilar fundamental en nuestra salud y bienestar.

Es cierto que, en comparación, puede que no sea hasta hace un tiempo cuando se ha empezado a poner cada vez más de manifiesto la necesidad de dormir bien y los múltiples beneficios y perjuicios que tienen sobre nuestra salud.

Además, cabe destacar la relación bidireccional entre el sueño y el dolor, sobre todo el dolor crónico. Os lo explicamos.

 

¿Qué relación hay entre el sueño y la percepción del dolor?

En primer lugar, debemos entender que el dolor es una experiencia individual, y que en cada persona se ve influenciada por múltiples factores, independientemente de su tipología y duración, y que se relaciona con una respuesta de los sistemas de defensa de nuestro organismo, como el sistema nervioso, endocrino e inmune.

Es decir, el dolor son señales que emite nuestro cerebro.

En este sentido, muchos estudios relacionan directamente al sistema nervioso y a los neurotransmisores que mandan estas señales de dolor con los que regulan nuestro sueño, lo que evidencia una relación entre ambos: una mala noche de sueño afecta directamente al dolor que percibimos.

Al margen, existe cierta propensión a que el dolor se manifieste o lo percibamos más por la noche. Pensemos que, en muchas ocasiones, al meternos en la cama, nuestra postura no es la ideal, o no es la más adecuada cuando padecemos ya algún tipo de dolor, por lo que podemos dar lugar a ser más sensibles a ese dolor.

Además, durante el día es más llevadera, por así decirlo, la sensación de dolor o molestias al estar realizando otras actividades que pueden evadirnos en parte. Sin embargo, por la noche, al intentar descansar, junto al cansancio acumulado de nuestro cuerpo, es más factible notar y percibir los signos de dolor.

Por otro lado, el dolor puede provocar problemas en ciertos parámetros del sueño, provocando mayores despertares nocturnos, un sueño más superficial y no reparador y una mayor latencia de sueño, lo que se traduce en un mayor tiempo desde que nos acostamos hasta que nos dormimos. Esto va a provocar al día siguiente una serie de síntomas como la fatiga, la sensación de sueño no reparador, mayor cansancio… lo que puede contribuir a poder sufrir episodios de estrés o de ansiedad, que aumenten la percepción del dolor.

 

Beneficios de un descanso adecuado para nuestra salud y su relación con el dolor:

Como hemos mencionado, un buen descanso es fundamental. Más allá de la “cantidad”, que en términos generales debe estar alrededor de las 8 horas, nos debemos asegurar de que la “calidad” del sueño sea la mejor posible.

Son muchas las conexiones y aristas que podemos relacionar entre sueño, salud y percepción del dolor, por lo que es importante que valoremos la necesidad de descansar de forma adecuada con un factor más para aumentar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar.

Si hablamos de los principales beneficios que dormir bien tiene para nuestra salud, y que podemos relacionar con el dolor, debemos mencionar los siguientes:

  • Sistema inmunológico: mientras dormimos nuestro organismo se recicla y recupera, lo que ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico, esencial en la prevención de enfermedades.

 

  • Sistema cardiovascular: al dormir disminuye nuestra frecuencia cardiaca y con ello nuestra presión arterial, lo que permite que nuestro corazón descanse y se relaje, podríamos decir. De esta manera se reduce significativamente el riesgo de enfermedades y accidentes cardiovasculares, así como la posibilidad de sufrir hipertensión.

 

  • Regulación metabólica: un correcto descanso también nos ayuda a mantener un peso adecuado. Son muchas las funciones metabólicas que se regulan mientras dormimos, como la producción y liberación de hormonas, mientras nuestro organismo continúa su proceso de absorción de nutrientes.

 

  • Regulación emocional y cerebral: la falta de sueño aumenta nuestra irritabilidad y nos hace ser más propensos a sufrir episodios de estrés o, incluso, ansiedad. Un descanso adecuado hace que nuestro cerebro esté más descansado y relajado y nuestro cuerpo recupere su energía para afrontar el día a día en las mejores condiciones físicas y mentales.

 

  • Reducción de la inflamación de nuestro cuerpo: son muchos los estudios que afirman que un descanso adecuado ayuda a reducir la inflamación de nuestro cuerpo. No debemos olvidar que la inflamación es un factor clave que aumenta la percepción del dolor, sobre todo en los casos de dolor crónico.

 

¿Cómo abordamos en INDOL la relación entre el dolor crónico y el sueño?

En INDOL entendemos que son muchas las aristas que giran alrededor del dolor y de su percepción.

Nuestro método se basa en el abordaje de ese dolor de forma completamente multidisciplinar en el que nuestras diferentes áreas de trabajo se interrelacionan para poder diagnosticar el verdadero origen del dolor y pautar tanto el mejor tratamiento médico o fisioterapéutico, así como un cambio o mejora de los hábitos saludables el paciente, tanto nutricionales como de la práctica de ejercicio para ayudar a paliar los signos del dolor y potenciar su estado físico.

El aspecto psicológico juega un papel igual de importante por lo que abordamos este aspecto para una mejor comprensión y gestión del dolor, así como de las emociones que pueden surgir a consecuencia del mismo.

¿NECESITAS MÁS INFORMACIÓN?

Pide una cita para una valoración personalizada

Leave a Reply